martes, 5 de noviembre de 2019

Tristemente se transformó en una maldición.


¿Verte de nuevo?
Antes ansiaba contemplarte.
Ahora no lo es para nada razonable.

Después de que fue una bendición, tristemente se transformó en una maldición.

De la más sublimes palabras que prometían el nirvana.
A la realidad de esas palabras que no era más que el infierno de Dante.
Pero bueno, para dejar de usar una droga hay que dejar de verla, olerle, tocarle y sobre todo consumirle.
Aquí aplicamos la sabiduría popular :"Ojos 👀 que no ven, corazón ♥ que no siente."


No hay comentarios.:

Adios Barrilete cosmico, Diez, El Diego...

  Era la hora de almuerzo. Un delicioso plato de sopa, de esas que solo mi Madre sabe hacer. Hacia calor, no importaba. La sopa era de lo me...