¿Cómo no amarte?

¿Cómo no amarte?

¿Cómo no amarte? ¿Si de ti solo amor recibí?

¿Cómo no amarte? Si te preocupabas por mí.

¿Cómo no amarte? ¿Si me decías que mi felicidad era tu felicidad?

 ¿Cómo no amarte? ¿Si me dijiste que me adorabas?

¿Cómo no amarte? Si te reías de mis tonterías.

¿Cómo no amarte? Si me aconsejabas de la mejor manera.

¿Cómo no amarte? Si me bendecías todos los días.

¿Cómo no amarte? Si tú eras mi amanecer y mi anochecer.

¿Cómo no amarte? ¿Si me decías que yo era el cielo que te acompañaba?

¿Cómo no amarte? ¿Si jamás recibí una sola palabra de rechazo o impaciencia de tu parte?

¿Cómo no amarte? ¿Si por tu voz no escuchaba más que amor, bondad y cariño?

¿Cómo no amarte? ¿Si siempre robabas tiempo al tiempo para saber de mí?

¿Cómo no amarte? ¿Si la gigante distancia jamás fue una excusa para no saber de mí?

¿Cómo no amarte? ¿Si siempre fuimos un libro abierto el uno a otro?

¿Cómo no amarte? ¿Si mirábamos la vida de manera a veces similar?

¿Cómo no amarte? ¿Si hasta tus últimas palabras hacia mi fueron…“Te quiero mucho, muchísimo”?

¿Cómo no amarte? ¿Si tú me enseñaste la clase de amor que trasciende el deseo físico?

¿Cómo no amarte? ¿Si no eras más que puro amor?

¿Cómo no amarte?